En el caso de los combustibles Diesel, el cambio más significativo ha sido la meta de reducción del contenido de azufre y aromáticos contenidos en el combustible, con el fin de poder atender las normas de emisiones de gases de escape, en especial en lo referente a los niveles de material particulado. En los años 80, cuando comenzó esta tendencia, la reducción de los niveles de azufre en el combustible Diesel trajo como consecuencia un incremento en los daños de los sistemas de inyección Diesel mecánicos por la reducción en los niveles intrínsecos de lubricidad del combustible, uno de los beneficios que aportaba el azufre al combustible, sin embargo en la actualidad, todos los fabricantes automotrices han desarrollado sistemas que ya compensan esa reducción de lubricidad por lo que actualmente esta reducción de los niveles de azufre, no es un factor de riesgo a la durabilidad de los sistemas.
En el caso de las gasolinas, la utilización de mezclas con etanol se viene realizando en muchos países desde hace ya algún tiempo, si bien es cierto que al principio se detectaron problemas internos en algunos motores al realizar los cambios de formulación, también es cierto que los análisis de fallas realizados en la mayoría de estos casos arrojaron que los problemas que se presentaron en componentes internos de motor fueron en motores que ya habían pasado por un overhaul mayor y en los que se utilizaron algunos componentes durante la reparación que no cumplían con los estándares técnicos requeridos (calidad de materiales), en especial aquellos componentes en el lado de la culata (guías y asientos de válvulas).
¿La gasolina Eco95 es de menor calidad que la gasolina súper que conocemos?
Cuando la industria de combustibles decide realizar un cambio en la formulación, toda nueva fórmula debe pasar por una serie de pruebas que garantizan el cumplimiento de los estándares internacionales, en especial los estándares técnicos definidos para los combustibles, inclusive, la metodología utilizada para la realización de las pruebas está estandarizada bajo las normas ASTM (American Society of Testing Materials), por lo que la industria garantiza que dichos cambios no deben impactar ni a los vehículos ni al medio ambiente.
La calidad del combustible Eco95, según las normas internacionales, debe ser igual a la del combustible que se está reemplazando, inclusive mejor desde el punto de vista de reducción de emisiones contaminantes, por lo que el mercado no debe asumir que este cambio se hace en detrimento de su vehículo, sino con foco en mejorar las condiciones ambientales de la población.
¿Qué piezas se deben cambiar o qué tipo de mantenimiento se deben hacer para mitigar posibles daños por el uso de la Eco95?
En la actualidad, las experiencias en otros países han demostrado que el uso de altas proporciones de etanol no representa peligro de incremento de problemas técnicos para los vehículos, pero si es importante que el consumidor final entienda que el combustible con alto índice de etanol reacciona de forma diferente a la presencia de agua en el combustible a cómo reacciona el combustible sin etanol, por lo que muchas de las fallas que se han presentado principalmente en componentes del sistema de inyección (bombas eléctricas de combustible) no son por causa del contenido de etanol en el combustible sino por la cantidad de agua presente en el combustible, lo que reduce el índice de lubricación y aumenta el desgaste en componentes donde puede existir roce y fricción. En la mayoría de los casos la contaminación del combustible con agua es producto de la condensación de la humedad presente en el aire dentro de los tanques de combustible en las estaciones de servicio y directamente en los vehículos.
La forma más fácil y segura de garantizar que la utilización de los nuevos combustibles no impacte al vehículo es a través de la realización de los mantenimientos establecidos de forma regular (cambio de filtros) y en caso de dudas, realizando una limpieza del tanque de combustible en casos donde la edad del vehículo sea mayor a 10 años de antigüedad.
¿Los vehículos con tecnología Flex Fuel pueden usar gasolina con etanol sin ningún inconveniente?
Los sistemas flex fuel han sido diseñados para trabajar con diferentes combustibles sin mayores preocupaciones, estos sistemas pueden trabajar con gasolina, o etanol puro, o con mezclas en diferentes proporciones, ya que el sistema se adapta a las condiciones de trabajo dependiendo del tipo de combustible utilizado, en el caso de Eco95, los valores o característica del combustible son muy similares a las características de un combustible de 95 octanos sin etanol, por lo que no se requiere que el sistema de gestión de motor de un vehículo deba realizar ningún tipo de adaptación y pueda ser utilizado en cualquier vehículo, aunque no sea flex fuel.
Conclusión:
Existe una matriz de opinión en el mercado que habla de posibles daños a empaques, tubos de escape y otros componentes en el vehículo, más técnicamente hablando esta matriz no tiene base sólida, ya que por desconocimiento de la materia, se tiende a culpar al combustible de daños que son ocasionados por otras razones pero que casualmente coinciden con la introducción de cambios en los combustibles, por ejemplo; ¿por que se habla de daños en los catalizadores o tubos de escape por la utilización de etanol? La combustión del etanol en el combustible es más limpia que la de otro tipo de aditivos, no hay sub-productos dañinos para el escape. Y así por el estilo vemos que muchos de los comentarios o dudas que tienen los usuarios son producto de opiniones generadas por personas que carecen de las bases técnicas y que no entienden cómo funciona un proceso de evaluación y validación de un combustible asi como los estándares técnicos que la industria de combustible está obligada a cumplir.
INSTITUTO CEA